Prevé que la recuperación de la inversión en la Liga se retrase dos años más. La paz en la guerra del fútbol le ha salido muy cara a Prisa. El reparto de los derechos de primera división entre Canal + y Mediapro durante tres temporadas ha disparado en 1.247 millones los compromisos de pago.
El grupo que preside Juan Luis Cebrián tiene que hacer frente al pago de derechos de emisión de programación futura y explotación de derechos de imagen y deportivos por 1.979 millones de euros entre 2013 y 2015, frente a los 731,4 millones de euros que tenía previsto pagar durante ese mismo periodo en 2011, un año antes de quedarse casi en exclusiva la explotación de los derechos de la Liga BBVA, acuerdo que firmó en agosto de 2012 tras ocho meses de intensas negociaciones con la productora catalana..
En total, Prisa reconoce en sus cuentas de 2012 unas obligaciones de pago por 2.152 millones de euros pactadas hasta 2018, un monto muy superior a los 1.268 millones de euros recogidos en el balance de 2011. Esta cifra incluye, además de las necesidades de programación de Prisa TV y Media Capital, un acuerdo de suministro de servicio firmado con Indra en 2009. En concreto, la editora de El País tiene firmado un contrato con la multinacional tecnológica hasta 2017 por 155,61 millones. Este acuerdo ha sido renegociado a la baja lo largo de 2012 en línea con el plan de ajuste aprobado por el grupo, que se tradujo en un ERE de 129 personas en el diario El País.
Así, pese al cambio en los modelos de facturación, que ha rebajado levemente la minuta, la adquisición de los derechos de la primera división ha disparado las obligaciones de pago de la compañía, que este año 2013 suman 857,67 millones de euros (30 millones corresponden a Indra), frente a los 403,9 millones que sumaban antes de pactar con Mediapro eliminar la oferta en abierto de los partidos del Real Madrid y el Barcelona F.C. En 2014, el monto que tiene que pagar Prisa se ha incrementado 522 millones tras la firma del acuerdo con la productora de Jaume Roures, y de cara a 2015, la última temporada que está vigente el pago, las obligaciones se han incrementado en 270 millones. Así, en 2016, sin fútbol sobre la mesa, los compromisos de pago suman 49 millones, la mayor parte corresponden al acuerdo con Indra.
Pese a que el acuerdo «mejora la calidad de contenidos en la televisión de pago en detrimento de la oferta de fútbol en abierto», Prisa no ha conseguido incrementar lo suficiente el número de abonados ni la facturación del negocio para poder hacer frente a las obligaciones adquiridas. Así, el incumplimiento del plan de negocio en lo que va de año y la falta de liquidez han llevado a la compañía a sentarse a negociar con sus diez equipos de fútbol (Atlético de Madrid, Celta de Vigo, RCD Espanyol, Getafe, Osasuna, Real Zaragoza, Atlético de Bilbao, Betis, Real Sociedad y Real Mallorca) para rebajar un 20 por ciento los contratos firmados por tres años que, según cifras del sector, suman unos 258 millones al año.
Incumplimiento y deterioro
En las cuentas de 2012, Prisa reconoce que necesita más tiempo del previsto para absorber el incremento de costes y alcanzar los objetivos de base de abonados implícitos en el plan de rentabilización del nuevo modelo del fútbol. Pese a que en 2012 los ingresos de abonados, tanto en los de satélite, que han crecido un 2,2 por ciento (liderados por el incremento de locales públicos -38,7 por ciento,-), como en los de otras plataformas, que se incrementaron en un 361 por ciento gracias a los acuerdos de multidistribución de los derechos de fútbol, han mejorado, no ha sido suficiente para paliar el empeoramiento del entorno económico, el aumento del IVA y la caída del mercado de la televisión de pago en general por lo que la compañía registró en 2012 un deterioro en la cuenta de resultados de 294 millones de euros por la depreciación del fondo de comercio de Prisa TV. Pero esto no termina aquí. El grupo que edita El País contempla en sus cuentas de 2012 una serie de escenarios que pueden llegar a sumar deterioros adicionales por más de 700 millones de euros.
En concreto, la compañía prevé que se retrase dos años más la rentabilización de la inversión en la Liga BBVA. Así, si la implementación de los objetivos recogidos en el plan de negocio se retrasa 24 meses más, el deterioro del fondo de comercio del negocio audiovisual se incrementaría en 127 millones de euros.
A su vez, si durante los próximos cinco años el ingreso medio por abonado (arpu) cae un 5 por ciento se producirá un deterioro adicional de 144 millones de euros; asimismo, ante una caída del 5 por ciento del número de abonados en ese periodo la depreciación adicional sería de 99 millones de euros, y ante un incremento de la tasa de descuento de 0,5 por ciento, el deterioro adicional del fondo de comercio de Prisa TV sería de 258 millones.
Elevada deuda
A los elevados compromisos de pago se suman los vencimientos de 3.083 millones de euros a los que tiene que hacer frente el grupo entre 2014 y 2015. Para poder pagar la deuda o conseguir una refinanciación, la compañía se está viendo obligada a vender activos y a buscar nueva vías de financiación como la emisión de bonos. En este sentido, el grupo parece negociar la venta de la televisión estadounidense V-Me. También hay rumores sobre La Ser.