Si hace ya unos cuantos años hubiésemos pensado que habría canales privados que vivirían de la publicidad en televisión, no nos lo habríamos creído. Sin embargo, eso pasó y nos hemos acostumbrado a ello. ¿Y si ahora nos dijeran que la publicidad que yo veo en mi casa en un determinado canal es diferente a la que ve mi vecino en el mismo canal a la misma hora? Posiblemente diríamos que eso no es posible.
Cuando vemos un vídeo en una plataforma online, tipo YouTube, Dailymotion o Vimeo, no nos extrañamos si vemos un vídeo publicitario antes de ver el contenido escogido. Y ese anuncio es para nosotros, escogido según nuestros gustos o historial de navegación. Pero si eso mismo la trasladamos a la televisión convencional, no lo concebimos.
Pues bien, el futuro está a la vuelta de la esquina, como se suele decir. En Francia van a realizar un experimento este verano. Lo harán en el canal local parisiense BFM Paris, ya que la legislación francesa solo permite realizar publicidad dirigida en canales locales.
Para realizar la experiencia, BFM Paris y SFR (el segundo operador de telecomunicaciones del país) se han unido. Curiosamente tanto el canal como el operador son propiedad del magnate Patrick Drahi.
¿Pero en qué consiste la experiencia exactamente?
El operador utilizará los datos que constan en sus bases de datos de clientes, los completará con aquellos que pueda comprar y se los ofrecerá en bandeja al canal BFM Paris, que escogerá qué tipo de anuncios mostrar a cada tipo de espectador. De esta manera, si tenemos gatos, veremos publicidad de comida para gatos y no de comida para perros, mientras que nuestro vecino, que tiene perro, sí que la verá.
Esta práctica abre la puerta a que haya menos publiciad en televisión, sin que los canales pierdan ingresos, ya que la posibilidad de tener un público objetivo determinado encrecería el precio para los anunciantes, pero les garantizaría una mayor eficacia de su anuncio.
La experiencia se llevará a cabo en un operador de Internet, pero si resulta exitoso, podría exportarse a otros sistemas de difusión, como la TDT o el satélite, gracias a los televisores conectados, que podrían reproducir los anuncios seleccionados desde Internet.
Si la experiencia resulta satisfactoria, pronto veremos a los operadores frotarse las manos, al entrar de lleno en el mercado publicitario y convertirse en una rueda más del engranaje publicitario. Pronto querrán saber más de nosotros, nuestros gustos, aficiones…
¿Estamos dispuestos a ceder todos esos datos a cambio de recibir menos publicidad pero más interesante para nosotros? ¿Vamos a permitir que los operadores manejen todos nuestros datos? De hecho, nuestros datos ya los manejan empresas como Google, de ahí que algunos operadores estén escogiendo terminales AndroidTV como descodificadores para sus clientes, ya que así podrán cruzar sus datos con los que disponga el célebre buscador.
Héctor Prades