‘Oficina de infiltrados’ es una historia de espías en la que la dificultad de mantener separadas la vida personal y la profesional tiene un coste muy alto, y donde puede resultar casi imposible regresar a la cotidianeidad normal si se ha pasado años infiltrado en organizaciones extranjeras con intereses ocultos, mintiendo constantemente sobre quién eres y lo que quieres.
La serie se desarrolla en un departamento especial dentro de la Dirección General de Seguridad Exterior francesa (DGSE), que podría equipararse a la CIA norteamericana, el Mossad israelí o el MI6 británico. Con base en París, el funcionamiento interno de la oficina, que se encarga de entrenar y controlar a todos los agentes encubiertos e infiltrados del espionaje francés en todo el mundo, es el centro de las tramas de la serie.
La serie se centra en la trama personal de Guillaume Debailley (Kassovitz), conocido en el servicio como Malotru, y las luchas internas de los funcionarios continúan a la orden del día dentro del departamento, con la sospecha añadida de un topo entre sus filas, mientras las crisis brotan en cualquier lugar del globo y la burocracia francesa complica las cosas.
LA T4 VUELVE A DESTACAR POR SU REALISMO, CON RUSIA EN EL PUNTO DE MIRA
Con la CIA y la DGSE pisándole los talones, Malotru busca refugio en Moscú. Pero su aislamiento no dura mucho y pronto se ve obligado a colaborar con el servicio secreto ruso. En las oficinas de París, la llegada del nuevo director de seguridad interna pone todo patas arriba. JJA cree firmemente que el departamento necesita una buena limpieza y además guarda un empeño personal en encontrar a Malotru, después de haber frustrado sus planes en varias ocasiones. Pero el equipo de la DGSE ya va por delante y decide iniciar una nueva operación a gran escala, enviando a una joven agente para infiltrarse entre los hackers rusos en plena ciberguerra. Una guerra que también intentan controlar desde las oficinas de París, donde el equipo de especialistas en inteligencia artificial trabaja bajo presión continua. Mientras tanto, Jonas, el analista de Siria, debe encargarse de encontrar a los yihadistas franceses más peligrosos tras la derrota de la organización terrorista del Daesh. Su búsqueda lo lleva a atravesar un Oriente Medio en ruinas. Allá donde vaya, la atroz realidad de la guerra está presente.
En los nuevos episodios se incorpora al elenco Mathieu Amalric (‘Quantum of Solace’, ‘El gran hotel Budapest’) en el papel de nuevo director de seguridad interna de la DGSE, además de Sara Giraudeau como la agente infiltrada.
La cuarta temporada se adentra en el fascinante y esquivo mundo de la inteligencia artificial y el fenómeno de la ciberguerra. Con Rusia en el punto de mira, sin olvidar Siria y un Oriente Medio en ruinas, la nueva temporada vuelve a destacar por su realismo y por su particular reflejo de la realidad actual.
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