Los más jóvenes del reino animal pasan la mayor parte del tiempo jugando, un comportamiento que no había gozado de la suficiente atención por parte de la ciencia. Ahora, nuevas investigaciones revelan que el juego es mucho más que pasar un buen rato, siendo la base fundamental de casi todo el aprendizaje animal.
El juego ayuda a los leopardos a prosperar en su entorno, a los elefantes a desarrollar una mayor inteligencia, y a los macacos japoneses a mejorar sus habilidades motoras. Además, el juego en grupo es un estímulo para afrontar los desafíos de la vida en sociedad. Para los chimpancés, lobos o coyotes, las amistades se forjan a través del juego, un aspecto muy útil para saber con quién poder contar en tiempos de conflicto.
Viernes 25 a domingo 27 a las 16.00h