El cine, por su dinamismo y su espectacularidad, ha sido el arte que más y mejor ha mostrado la guerra, tanto por el heroísmo y la integridad moral de sus hombres como por sus horrores inhumanos. La guerra es un escenario donde ningún hombre sabe cómo va a reaccionar, y por eso el cine bélico ha sido un género muy en boga durante gran parte de la historia del cine, porque unía el drama personal con la acción aventurera.

Además, el cine bélico, con sus héroes, sus efectos especiales, y su capacidad de llevarnos a otros mundos, es un género que está en el origen de la cinefilia de muchos espectadores, que han crecido viendo películas donde los hombres sacaban lo mejor de sí mismos para hacer frente a las peores adversidades. Como homenaje a ese género y a esos cinéfilos que tanto le deben, FlixOlé lanza la colección En pie de guerra, donde se hace un exhaustivo repaso a el cine bélico, desde sus clásicos más relevantes a las películas más recientes.

El cine bélico fue uno de los géneros canónicos de la Edad de Oro del cine americano, los años cuarenta, cincuenta y sesenta. Y de esos años son la gran novedad que presenta FlixOlé, una serie de películas que harán las delicias de los aficionados, y que vuelven a estar disponibles, en copias extraordinarias. Hablamos de clásicos que hablan sobre el honor, la lucha y la valentía, como Los cañones de Navarone (J. Lee Thompson, 1961), protagonizada por Gregory Peck, David Niven y Anthony Quinn; Mayor Dundee (Sam Peckinpah, 1965), con Charlton Heston, Richard Harris y James Coburn; La noche de los generales (Anatole Litvak, 1966), con Peter O’Toole y Omar Sharif; Mando perdido (Los centuriones) (Mark Robson, 1966) con Anthony Quinn y Alain Delon; La batalla de Anzio (Edward Dmytryk, 1968), con Robert Mitchum y Peter Falk o Cadenas de libertad (J. Lee Thompson, 1969) protagonizada por David Niven, en el papel de un agente británico que decide salvar a judíos para escapar de los campos de concentración. Películas inolvidables que devolverán la pasión por las películas de guerra.

No son los únicos clásicos que ofrecemos. También se podrán ver La patrulla perdida (John Ford, 1934), con Victor Mclaglen y Boris Karloff, a cargo de una división perdida en el desierto; Gunga Din (George Stevens, 1939), con Cary Grant, Victor Mclaglen y Douglas Jr. Fairbanks, sobre la aventura de tres soldados que toman la avanzadilla para defender a su tropa; Bombarderos (Richard Wallace, 1942) con Robert Ryan, sobre la necesidad de actualizar los viejos códigos militares y las formas de aprendizaje; La patrulla del corones Jackson (Edward Dmytryk, 1945) con John Wayne, Anthony Quinn, que cuenta una batalla real de la II Guerra Mundial o El motín del Caine (Edward Dmytryk, 1954), una de las últimas películas de Humphrey Bogart, sobre la moral, la justicia y el sentido del honor.

Esos mismos años cuarenta vieron el auge del cine bélico en el cine español, con obras muy marcadas por el recuerdo de la entonces reciente Guerra Civil. Este ciclo de cine bélico español empieza con Frente de Madrid (Edgar Neville, 1939), una película hasta hace muy poco desaparecida y recientemente recuperada, un título mítico de nuestro cine y una joya a descubrir, en la que Edgar Neville apuesta por una idea de reconciliación nacional muy avanzada para la época. Seguimos con Sin novedad en el Alcázar (Augusto Genina, 1940) que es ofrecida en una copia restaurada directamente desde el negativo con una exquisita calidad de imagen. También se podrá ver otro clásico, Los últimos de Filipinas (Antonio Román, 1945), sobre el sitio de Baler durante la Guerra de 1898, una inolvidable película que recientemente ha merecido una adaptación. Por último, ofrecemos dos películas posteriores, pero igualmente importantes, La paz empieza nunca (León Klimovsky, 1960), con Adolfo Marsillach y Concha Velasco, un melodrama donde el amor y la rivalidad entre hombres se confunden con los hechos que se dieron en los primeros días de la guerra, y Posición avanzada (Pedro Lazaga, 1965), en la que los dos bandos enfrentados deciden darse una tregua, recuperando el tono conciliador de la película de Neville.

También el cine italiano ha ofrecido grandes clásicos del cine bélico, muchas veces con una intención moralizante, como El general de la Rovere (Roberto Rossellini, 1959), protagonizada por el gran Vittorio de Sica, sobre un impostor que se acabó creyendo su papel;  Chacales del desierto (Armando Crispino, 1962), con Lee Van Cleef, que rememora una batalla de la II Guerra Mundial, y Corbari (Valentino Orsini, 1970), el biopic del famoso guerrillero partisano. También ofrecemos el clásico francés, Un taxo para  Tobruck (Denys de la Patelliere, 1961), con Lino Ventura y Charles Aznavour, sobre la poca distancia emocional que a veces separa a los considerados enemigos.

El cine bélico ha llegado hasta nuestros días, lo que prueba su vitalidad y su engarce con el público. De años recientes ofrecemos ejemplos como Más allá del deber (David L. Cunningham, 2001), con Robert Carlyle y Kiefer Sutherland o Joy División: Escuadrón letal (Reg Traviss, 2006), reconstrucción de un triste episodio de la II Guerra Mundial. O dentro del cine español, Guerreros (Daniel Calparsoro, 2002), con Eloy Azorín, Eduardo Noriega y Rubén Ochandiano, una película ambientada tras la guerra de Kosovo, en la que un grupo de soldados españoles ha de reparar un generador eléctrico, pero cuando surgen los problemas, su supuesta neutralidad no es una garantía.

Pero el cine bélico también tiene su reverso, que es el anti belicismo, películas que muestran que una guerra es una catástrofe humanitaria donde al final nadie gana. Conscientes de ello, también incluimos en esta colección el clásico de los años setenta, Johnny cogió su fusil (Dalton Trumbo, 1971), una de las películas más conmovedoras y duras de la historia.

Además, con motivo del día del Padre, FlixOlé ofrece una promoción para un regalo muy especial: una suscripción anual por 19,99 euros si te suscribes con el código: PAPADECINE. Promoción válida desde el 12 al 21 de marzo.

Todas estas películas, algunas de ellas auténticos clásicos del cine, como siempre, en copias restauradas con una excelente calidad de imagen y sonido.

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