Como cada año, la mejor liga de baloncesto del mundo vuelve a casa por Navidad. Da igual de qué equipo eres o cuál sea tu jugador favorito, siempre hay para todos. Esa es la razón por la que disfrutamos de estos días, porque no importa quién gane o quien pierda, importa compartirlo en familia. La Navidad no es Navidad sin NBA. 75 años soñando despiertos.