Mike Veeck creció a la sombra de su controvertido padre, el famosísimo empresario del béisbol Bill Veeck.

Su apellido fue tan legendario como infame en el mundo del béisbol profesional. Introdujeron la diversión en los estadios a base de regalos, noches temáticas, fuegos artificiales y similares. Pero todo se vino abajo cuando Mike arruinó la carrera de su padre. Después de tocar fondo, el joven Veeck, exiliado del deporte que amaba, se pasó las siguientes décadas intentando volver a la cima, resuelto a redimirse. Tras recibir una dolorosa noticia, lo que empezó como una iniciativa para reclamar el legado familiar se convirtió en una oportunidad para apreciar más a la familia.

El santo de las segundas oportunidades, dirigido por el oscarizado Morgan Neville (A 20 pasos de la fama) y Jeff Malmberg (Marwencol), narrado por Jeff Daniels en la versión original y con Charlie Day en el papel del joven Veeck, es un documental especial y conmovedor, que arranca una sonrisa a lo largo de una historia de resurgimiento sin igual.
Desde martes 19

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