Casi cincuenta años han pasado de uno de los crímenes que forma parte de la crónica negra española y que sucedió en el mes de julio de 1975. Un suceso que tuvo lugar en el cortijo de Los Galindos, en Sevilla, y en el que fueron asesinadas cinco personas.
Paradas (Sevilla). 1975. Cinco personas aparecen brutalmente asesinadas en el Cortijo de Los Galindos. El capataz, Manuel Zapata, recibe un golpe mortal en la nuca, asestado por la pieza de acero hueca de un tractor llamada “pajarito». Su esposa, Juana Martín, fallece por golpes de la misma pieza que le destrozan la cara. El tractorista Pepe González y su esposa, Asunción Peralta, son calcinados en una pira de paja ardiendo. Y el también tractorista, Ramón Parrilla, recibe sucesivos disparos de escopeta hasta caer fulminado de un tiro a bocajarro.
Tras la nefasta investigación de las primeras horas y pese a existir sospechosos, no se celebró ningún juicio y el delito quedó impune.
Hoy, casi 50 años después, aún se desconoce con exactitud qué pasó y quién o quiénes fueron los implicados en estas muertes, pero Juan Mateo Fernández de Córdoba, hijo de los dueños del cortijo, quiere hacer justicia revelando lo que ocurrió el día de la matanza, basándose en el testimonio que le confesaron dos personas de su propia sangre.
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