Zeus lleva mucho tiempo disfrutando de su poder como rey de los dioses. Pero una mañana se despierta y se descubre una arruga en la frente. La neurosis se apodera de él y lo conduce hacia un camino de peligro y paranoia. Zeus cree que su declive está cerca pues empieza a ver signos de decadencia por todas partes.
Uno de los hermanos de Zeus, Hades, dios del inframundo, en el que antaño podía confiar, está perdiendo en secreto el control de su oscuro dominio. Hay una acumulación de muertos a la espera de ser procesados y cada vez están más inquietos. Hera (Janet McTeer), reina de los dioses, ejerce su dominio sobre la Tierra y sobre Zeus, a su particular manera. Pero su poder y su libertad se ven amenazados por la creciente paranoia de Zeus, y se ve obligada a actuar, mientras el rebelde hijo de Zeus, Dioniso, (Nabhaan Rizwan), está fuera de control y a punto de provocar una colisión cósmica con su padre.
En la Tierra, la gente anhela un cambio, pero a Poseidón (Cliff Curtis), dios de los mares, las tormentas y los terremotos (y los caballos), le importa más el tamaño de su yate y saber dónde será la próxima fiesta. El bienestar de los mortales le trae sin cuidado. Desafortunadamente para los dioses, algunos de esos mortales están empezando a darse cuenta de esto…
Dichos mortales —Riddy (Aurora Perrineau), Orfeo (Killian Scott), Ceneo (Misia Butler) y Ari (Leila Farzad) — proceden de diferentes ámbitos de la vida y todos están conectados cósmicamente en la batalla contra Zeus. Cada uno tiene un papel muy diferente que desempeñar, y cualquiera de ellos puede estar destinado a destruir a los dioses.
Desde jueves 29