Han pasado dos años desde que dejamos a Daniele y al barco de los chiflados. Muchas cosas han cambiado: Daniele y Nina son padres de la pequeña María y, poco después de su nacimiento, se separaron. Ahora luchan por la custodia de la niña con el apoyo de sus respectivas familias, que son muy diferentes entre sí.
Daniele, tras la intensa experiencia vivida durante la semana del CHT, ha decidido trabajar como enfermero y, gracias a la intervención del Dr. Cimaroli, está a punto de entrar como becario en el hospital donde estuvo ingresado.
Dispone de cinco semanas para demostrar al juez que este puede convertirse en un trabajo estable que lo acredite como un padre responsable. En su nuevo puesto, Daniele conoce a los pacientes más recientes de la residencia, que le obligarán a reflexionar sobre su excesiva empatía hacia el dolor ajeno, y con los que correrá el riesgo de volver a descarrilarse.
Desde jueves 26