La 2‘La noche temática’ aborda esta semana las heridas de la psique humana en ‘Trauma y castigo’. ‘Yo soy nosotros’ muestra cómo una mujer se debate entre decenas de distintas versiones de su propio yo. Fue vejada en su infancia y hoy lucha contra un grave desequilibrio mental. Además, en ‘El escándalo de las escuelas-prisión’, miles de adolescentes en Estados Unidos que padecen trastornos de conducta son encerrados en reformatorios privados sometidos a un régimen carcelario y punitivo.

‘Yo soy nosotros’

Willow, ama de casa, madre de familia y abuela, tiene más de 40 personalidades distintas. Padece trastorno de identidad disociativo (TID), que antes se conocía como trastorno de personalidad múltiple. Con la ayuda de expertos, ha emprendido un viaje de sanación psicológica.

Paso a paso, junto a su familia y orientadores terapéuticos, reconstruye distintos fragmentos de un pasado que comparte con cada uno de sus alter egos. Al final del recorrido descubre que fue víctima de violencia sexual reiterada a manos de su propio abuelo y de los amigos de éste.

En el caso de Willow, una década de abusos desencadenó su desorden mental. Schwartzman explica que cuando “una persona sufre abusos de forma reiterada, a partir de una edad temprana, su cerebro desarrolla un mecanismo de defensa que pasa por dividirse en diferentes personalidades”. Cada personalidad tiene su función, rol o compartimento. Y cada vez que una de las personalidades se manifiesta provoca un estado de amnesia o laguna de memoria que impide una visión cohesionada de la realidad.

‘El escándalo de las escuelas-prisión’

En Estados Unidos se ha montado un lucrativo negocio en torno a los adolescentes con problemas de comportamiento. Sus padres los envían a centros privados donde los somete a un sistema de educación represivo y carcelario. Existen unas 8.000 escuelas-prisión en el país. Los “clientes” permanecen internados entre dieciocho meses y tres años. Muchos de ellos jamás superan los traumas que sufren durante su encierro.

El psiquiatra francés Emmanuel Monneron, quien firma el documental, se ha desplazado hasta Estados Unidos para llamar la atención sobre un negocio que mueve unos 50.000 millones de dólares anuales. Monneron, la ONG “Unsilenced” y la celebrity Paris Hilton se han puesto a la cabeza de un movimiento que exige regular las prácticas de estos centros.

La propia Hilton fue víctima del sistema que ahora denuncia. En 1996, con 15 años, sus padres decidieron mandarla a la escuela Provo Canyon en Utah. La terapia de choque consistió en simular un secuestro y, después, insultos, golpes, humillación, e incluso abusos sexuales. Durante 11 meses la encerraron una y otra vez en una celda de aislamiento.

El documental desvela otras historias de maltrato, como la de Meredith McCuskey, quien fue violada a los 13 años en su instituto. Desde ese momento, su comportamiento cambió radicalmente y sus padres no sabían cómo lidiar con una hija que se ponía constantemente en peligro.

Otros niños han corrido peor suerte. En abril de 2020, en la Lakeside Academy en Kalamazoo, Michigan, Cornelius, de 16 años, murió aplastado por unos guardianes que lo inmovilizaron por tirar pan a sus compañeros en el comedor del recinto. La trágica escena fue grabada por las cámaras de seguridad.

Prensa

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