El programa se adentra en la realidad de las personas que se ven afectadas por su condición física, debido a su sobrepeso. Más de la mitad de la población brasileña tiene sobrepeso, siendo el país del culto al cuerpo. Pese a ello, muchos han perdido toda esperanza en otros métodos que no sean la cirugía.
En la mayoría de ocasiones, las condiciones de sobrepeso nacen de un pasado complejo y un alto nivel de inestabilidad mental. Las personas afectadas por su peso, recurren a la comida como método salvavidas, ya que aseguran que les calma y les ayuda a desconectar de sus problemas. Durante 9 meses, los protagonistas estarán sometidos a un seguimiento con diferentes médicos y en diferentes clínicas. ¿Lograrán perder peso? La respuesta en el estreno de Mi vida con 300 kilos: Brasil el jueves 7 de noviembre a las 22:00h en DKISS.
Su única esperanza es pasar por quirófano
Los protagonistas van cambiando a lo largo de los seis episodios que dura el programa. Cada uno de ellos posee su propia realidad, pero a todos les une una única esperanza: la cirugía bariátrica. En algunos de los casos, la evolución de la persona hasta la condición de sobrepeso ha sido tan grande que ya no se acuerdan de cómo eran anteriormente. Es el caso de Carlos, quien padece obesidad desde que era un niño. También hay quien apenas puede mantenerse en pie, como Andrea, y acarrea numerosos problemas de salud. Welton y Marcelo, en cambio, necesitan ayuda para ponerse los zapatos y para respirar, respectivamente.
En ocasiones, la persona afectada encuentra a alguien que sufre de su misma enfermedad y, por tanto, el camino se hace más sencillo. Pero también tiene sus propios contratiempos, ya que se pueden retroalimentar y no terminar de poner fin a sus respectivas situaciones. En el caso de Rafael y Ana, el proceso hasta alcanzar la cirugía les resulta muy complicado. Ella decide empezar primero y, de este modo, animar a su pareja, Rafael, a dar el paso y ambos alcanzar su objetivo.
Vanessa, por su parte, tiene cinco hijos y las tareas cotidianas se le complican por su sobrepeso. De tal gravedad es su caso que el doctor le ha advertido en varias ocasiones, ya que es como una bomba de relojería y en algún momento esta explotará. Desde entonces, su mentalidad cambió y ha decidido prepararse para el cambio, al igual que Fernando y Thaiane, quienes esperan poder volver a sentirse bien con sus cuerpos.