La 2‘La noche temática’ analiza esta semana cómo antes del parón por la pandemia el turismo había crecido vertiginosamente creando una profunda tensión social entre los habitantes de los destinos turísticos, y también cómo el voluntariado en el extranjero se ha convertido en un negocio polémico.

‘Vivir en una postal’

Durante años, el turismo se ha vendido con una imagen idealizada de los destinos turísticos, generando un importante crecimiento económico, pero también generando con el turismo de masas un mayor número de problemas.

En el World Travel Market, en Londres, los expertos analizan diferentes formas para encontrar un equilibrio que facilite la convivencia entre el turismo, los residentes locales y el medio ambiente. En Venecia existen grupos cívicos de ciudadanos que protestan contra la forma en que la administración local gestiona la llegada masiva de turistas. Otro cauce que genera enormes flujos de turistas son los cruceros que no son planificados adecuadamente.

El Covid-19 llega en marzo de 2020 y el turismo se detiene, los problemas parecen haberse ido. Pero, ¿realmente han desaparecido?

‘Volunturismo, el negocio del turismo humanitario’  

El volunturismo es la combinación de turismo y voluntariado. Enseñar inglés en un orfanato de Nepal o hacer el seguimiento de elefantes en Botsuana son misiones voluntarias de pago. Pero detrás de esta intención supuestamente positiva se esconde un negocio muy rentable con consecuencias negativas.

Las misiones voluntarias asociadas al turismo de pago en el extranjero son muy populares entre los jóvenes. Junto al entusiasmo por colaborar, de alguna manera, en actividades humanitarias existen muchos impactos negativos y engaños.

Más del 85% de los niños de los orfanatos en Nepal han sido separados de sus familias haciéndoles creer que iban a darles una formación académica. Una semana en un hospital en Tanzania es otra de las propuestas de las agencias que ofrecen estos servicios. Allí muchos de los jóvenes voluntarios, sin conocimientos médicos, ayudan en operaciones quirúrgicas tratando fracturas y haciendo suturas. La suma abonada por realizar estas actividades puede rondar los 5.000 o 6.000 euros. Un negocio al margen de la verdadera ayuda humanitaria.

Sábado 2 desde las 24.15h

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