Además de las canciones, del brilli brilli y del show televisivo hay algo más por lo que Eurovisión triunfa cada año. Se trata del afán humano por ganar, acumular y recibir puntos. En la memoria colectiva han quedado las canciones que se llevaron la palma, pero ‘Cachitos de hierro y cromo’ es muy de segundas oportunidades. En el capítulo ‘Eurobajona’, el programa encabezado por Virginia Díaz hará de jurado y ensalzará las actuaciones que quedaron con pocos puntos pero que merecían mucho más.
Un repaso a las canciones que, queriendo simular a Leonardo DiCaprio en ‘Titanic’, estuvieron a punto de caerse de la tabla (de clasificación), otras que ni siquiera pudieron oler un mísero y triste punto, segundonas que se quedaron sin premio pero que triunfaron más que las ganadoras o propuestas españolas, que, de haberlas llevado, hubieran tenido más éxito que la exportación de jamón ibérico de bellota.
Caras de profunda decepción, banderines de plástico que ondean lentamente a media asta, chascos patrios, delegaciones volviendo a casa con la cabeza gacha, pellizcos en la moral de todo un país, lágrimas con la forma de un cero… Los verdaderos eurodramones son los de las canciones que fueron, injustamente, un fiasco en el festival.
En la semana eurovisiva, La 2 ofrece un #CachitosEurobajona, un capítulo de Toño Pérez, Luis Troquel y Noelia Ferrer, con las canciones que quisieron comerse el mundo, y acabaron comiéndose un rosco.
Martes 9 después de la primera semifinal de Eurovisión