La huelga, que empezó secundada en la capital por 1.200 trabajadores, se ha ido extendiendo por todo el Estado, donde a partir de ayer, día 7 de abril, se han sumado muchas provincias a la huelga indefinida.
Nos consta que la capital no instala ni repara casi nada desde el 28 de marzo. El hecho de que se propague la huelga por todo el Estado provocaría un hecho insólito e histórico, todas las estrategias utilizadas por la multinacional para separar a sus trabajadores desviándolos hacia las subcontratas y falsos autónomos para obtener más beneficios darían un giro de 180 grados, uniéndonos a todos contra la precariedad de Telefónica.
Tras ocho jornadas de huelga han sido infructuosos todos los intentos por parte de los trabajadores para hacer eco del conflicto a través de los medios de comunicación. Nos hemos encontrado siempre con un muro infranqueable. Hay que recordar que la multinacional es una de las mayores publicistas en todos los medios, lo que implica que nadie se atreva a publicar nada temiendo perder sus ingresos millonarios. Pero la magnitud del problema se está extendiendo de tal manera que finalmente se verán obligados a dar a conocer la noticia. Solamente el sindicato UGT se ha pronunciado con un artículo en el diario El Mundo, donde refleja a medias la realidad del sector y, por supuesto, sin aclarar que cuando su sindicato se ha unido a la lucha ya llevaban los trabajadores más de cinco días en huelga sin ser respaldados por los sindicatos mayoritarios.
Hasta el momento no ha habido ningún acercamiento por parte de Telefónica para negociar con el comité de huelga. Solamente ha habido una reunión con un consejero-delegado de la contrata Cobra, una de las que trabajan para Movistar, alegando que tiene contacto directo con la multinacional e intentando quitarle hierro a la gravedad del conflicto para calmar a los huelguistas y convencerles de que la solución estaba encaminada. Inmediatamente después de la reunión, el comité de huelga de Madrid desmintió tales noticias y advirtió a la multinacional que las espadas seguían en alto.
En estas fiestas agridulces de la Semana Santa son ya miles los piquetes informativos que se están organizando para la huelga estatal del 7 de abril. Los trabajadores han perdido el miedo porque ahora ya no tienen nada que perder. Sus jornadas interminables de más de 60 horas semanales y sus sueldos cada vez más precarios, teniendo que poner las herramientas, gasolina y coche propio, no les han dejado otra opción que salir a luchar por el pan de sus familias.
Los huelguistas reivindican recoger en un convenio estatal para todos los trabajadores contratados, subcontratados y autónomos que trabajan para Telefónica-Movistar lo siguiente:
– Derogación del contrato mercantil
– Jornadas laborales de 8 horas
– Igualdad de condiciones en contratas y subcontratas
– Salario base bruto mínimo de 2008 euros, al igual que cualquier trabajador que entra nuevo en Telefónica y que mejora el Convenio del Metal.
– Incorporación en plantilla de los autónomos que así lo deseen.
– Plantear la incorporación a plantilla de Telefónica del personal subcontratado.
Habida cuenta de que nos encontramos en un país democrático, esperamos que este documento se propague, informando a todo el mundo de las prácticas abusivas de Telefónica-Movistar. Cabe recalcar que el presidente de Telefónica, en medio de este conflicto, ha tenido el detalle de subirse el sueldo cerca del 16 %, indignando aún más a todos sus trabajadores. También renovó en 1,5 millones de euros al año al Sr. Urdangarin a pesar de la imputación judicial del duque de Palma.
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