El asfalto está que arde, las ruedas giran a toda velocidad y los coches tuneados recorren la senda montañosa de Trollstigen, en Noruega, pasando por Suecia y Dinamarca con destino Nürburgring. Allí, Roy (Anders Baasmo Christiansen) debe ganar una carrera o quedarse sin su prometida, Sylvia (Jenny Skavlan); todo por una apuesta que este amante de los bólidos chalado perdido hizo después de beber demasiado con su ahora rival, Robin (Alexandra Maria Lara), a quien también le gusta la guapa novia.

Durante el hilarante y atropellado viaje por carretera, Roy se topa con adversarios duros de pelar (Henning Baum, The BossHoss) y chicas cañón (Ruby O. Fee), para después convertirse en el objetivo de unos policías (Milan Peschel, Peter Kurth). Por si eso fuera poco, Roy debe vérselas con dos tocayos (Kostja Ullmann), la artista escandinava Wenche Myhre y un cadáver en el maletero. La guinda del pastel la pone la súbita desaparición de su coche. Pero para Roy, rendirse no es una opción, porque «la carrera no termina hasta que cruzas la línea de meta».
Desde sábado 2

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